El día después del anuncio del Gobierno que marcó el fin del cepo cambiario para personas físicas y el debut de un nuevo régimen de bandas, el dólar hoy se movió con menor volatilidad y el mercado reaccionó con señales positivas, como se analizó también en esta advertencia sobre atraso cambiario. Se vendió a $1.210, en una jornada donde se concretó la unificación de facto entre el oficial y el financiero.
En diálogo con Punto y Aparte, por Punto a Punto Radio (90.7), dos financistas cordobeses analizaron el impacto inmediato y los desafíos que deja este giro económico, en línea con otras lecturas que piden gradualismo y advierten sobre efectos colaterales.
Aníbal Casas Arregui, financista cordobés y CEO de Cabrera B&F, consideró que lo más audaz del anuncio fue “el levantamiento del cepo para personas físicas, que de facto unifica el mercado cambiario”. Para el especialista, esto implica una reducción de la brecha y un incentivo claro para operar legalmente: “Hoy una persona física puede comprar dólares a $1.200 y venderlos en el mercado de capitales a $1.230. Ese arbitraje va a ayudar a estabilizar”.
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En la misma línea, Nicolás Alfonso, financista, presidente del Clúster Fintech Córdoba y director de Focus Investment Management, habló de una “convertibilidad implícita” donde el Gobierno deja de mirar tanto el precio del dólar y se enfoca en el stock de pesos en circulación. “Van a monitorear cuántos pesos hay respecto a los dólares en reserva. La bandera de este gobierno es la guerra contra la inflación, y va a usar todas las herramientas para sostenerla”, planteó.
“El mercado lo tomó bien, pero esto no se sostiene solo”
Casas Arregui señaló que la reacción del mercado fue positiva: “Todos los activos argentinos subieron y el dólar financiero bajó. Lo que podía buscar el Gobierno en un primer impacto financiero, lo consiguió”. Sin embargo, advirtió que esto no garantiza estabilidad a mediano plazo: “Ahora hay que ver qué pasa con la inflación y cómo impacta esto en el bolsillo. Si en dos meses volvemos a tener fiebre devaluatoria, estamos en problemas”.
Alfonso agregó que el humor del mercado mejoró, sobre todo para quienes apostaron a instrumentos en pesos: “Fue un día verde para acciones y bonos. Con la caída del dólar MEP, una LECAP puede rendir más del 36% anual en dólares. Pero quien se cubrió comprando dólares el viernes, hoy perdió 9% en pesos”. La conclusión: “La certidumbre bajó el dolor de panza, pero esto recién empieza”, añadió.
El equilibrio y el límite de la euforia
Sobre el nivel razonable del dólar, Casas fue claro: “No veo probable que baje de $1.200. El equilibrio está entre $1.200 y $1.300. Si empieza a testear los $1.400, el Gobierno va a tener que intervenir”. También sugirió prudencia: “Hoy un bono soberano argentino te paga 12% anual en dólares. No hay que rifar los dólares, pero sí hacerlos trabajar con cabeza”.
Alfonso coincidió en que habrá margen para un “carry” prolongado en pesos, con tranquilidad cambiaria, pero advirtió que el nuevo contexto exigirá más a las empresas: “Muchas que se apalancaban con inflación y devaluación van a tener que generar márgenes reales. La estabilidad vuelve a poner el foco en la eficiencia”.
Inversiones a pie de calle
Consultado sobre qué hacer con $10.000 hoy, Casas recomendó segmentar según el perfil de riesgo: “Si sos conservador, una obligación negociable puede rendir 7% u 8% en dólares, libre de Ganancias. Si tenés más tolerancia, un bono soberano paga 12% o 13%. Y si querés más riesgo, podrías sumar acciones de energéticas que exportan en dólares y tienen costos en pesos”.