El cinismo del gobierno de Javier Milei y de su ministra de Seguridad Patricia Bullrich no tiene límite. Mientras se jacta de haber bajado la inflación en base, en buena parte, a un ataque histórico a la disminución real de los ingresos jubilatorios, reprime ferozmente cada miércoles la protesta pacífica de quienes con 300.000 pesos no pueden ni comer ni comprar los remedios.
A esta hora no hay ninguna manifestación. Todas las calles cortadas en los alrededores del Congreso por los piquetes que hace el ejército que despliega Bullrich para reprimir a los jubilados.
— Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) May 28, 2025
Cada vez más temprano el gobierno se encarga de copar las inmediaciones del Congreso Nacional y, últimamente, utilizan sus instalaciones como base operativa antes de los despliegues. Es fácil concluir que de destinar el gasto que el gobierno invierte cada miércoles en la movilización de cientos y cientos de diversas fuerzas represivas del Estado y todos sus pertrechos, para reprimir bestialmente a personas que trabajaron toda su vida y reclaman por lo suyo, a sus ingresos, indudablemente la situación de los jubilados y jubiladas sería otra.
Las fuerzas de la represión utilizan las inmediaciones del Congreso de la Nación nuevamente como «base». Ahora utilizan los baños. Así se preparan para pegarle a jubilados y jubiladas que estarán manifestándose allí como cada miércoles de la resistencia. pic.twitter.com/HDHxFuC8DQ
— La Izquierda Diario (@izquierdadiario) May 28, 2025
Es por eso, que los heroicos jubilados y jubiladas que están en la primera fila del reclamo, que no bajan sus brazos antes la represión del gobierno, son un ejemplo de lucha para todo el pueblo trabajador. Y es por eso que más allá de quienes con sus años a cuestas pueden movilizar cuentan con la simpatía de todos y todas las jubiladas, de los pibes que son parte de las hinchadas de futbol, trabajadores precarizados en su mayoría, los estudiantes, los y las trabajadores en lucha. Su valentía merecen todo el apoyo, «le enseñan a la CGT cómo luchar», como cantan quienes se movilizan semana a semana. Los miércoles se convirtieron en el día de la resistencia contra el gobierno.