La disputa legal y personal entre Wanda Nara y Mauro Icardi sumó un nuevo episodio cargado de tensión. En el centro de la escena volvieron a quedar sus hijas, Isabella y Francesca, quienes terminaron involucradas en un conflicto que ya lleva varios días de alta exposición mediática.
Luego de varios intentos fallidos por parte del futbolista para compartir tiempo con las niñas antes de regresar a Turquía por sus compromisos con el Galatasaray, finalmente este viernes -luego de diez horas de negociación- logró llevárselas a su casa para pasar una semana junto a ellas, previo a su viaje a Estambul.
Sin embargo, no fue un proceso sencillo. Aunque existía una orden judicial que obligaba a Wanda a entregar a las menores, la empresaria reaccionó con una fuerte crisis emocional y se atrincheró en su departamento del Chateau Libertador. Esto motivó la intervención del SAME, personal policial, representantes del Ministerio Público Tutelar, funcionarios judiciales y las abogadas de Icardi.
El futbolista llegó a las 10:51 de la mañana al edificio y tuvo que esperar más de diez horas dentro de su camioneta, estacionada en el garage, mientras las autoridades intentaban que su ex pareja cumpliera con lo dispuesto por la Justicia.
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En ese contexto, surgieron versiones que indicaban que Wanda habría sufrido un desmayo, acompañando un cuadro de angustia al verse obligada a separarse momentáneamente de Isabella y Francesca. Recién en la madrugada del sábado, a las 4:24, Wanda Nara decidió hablar.
Lo hizo a través de su canal de difusión en WhatsApp, donde tiene más de 287 mil seguidores los cuales saben vida y obra de ella. Si bien no brindó detalles sobre su estado anímico, sí se tomó un momento para agradecer a quienes la acompañaron virtualmente durante ese día tan complejo: «Qué día largo, gracias por el aguante de siempre», escribió Wanda, acompañando el mensaje con un emoji de corazón rojo, dando a entender que comenzaba a recuperar algo de calma.
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