El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que su administración está considerando asumir el control directo del gobierno local de Washington, D.C., en lo que sería una intervención federal en la capital del país, un distrito gobernado por la alcaldesa Muriel Bowser, del Partido Demócrata.
Durante una reunión de gabinete celebrada en la Casa Blanca, Trump declaró que su jefa de gabinete, Susie Wiles, está en estrecho contacto con la alcaldesa Muriel Bowser para discutir la situación de la ciudad. «Estamos pensando en asumir el gobierno de Washington DC«, dijo el presidente, aludiendo a una eventual intervención federal.
El mandatario republicano ya había planteado esta posibilidad a comienzos de año, criticando abiertamente los niveles de delincuencia, la presencia de campamentos de personas sin hogar, el vandalismo y lo que calificó como desgobierno demócrata en la capital.
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La Home Rule Act de 1973, que otorga un autogobierno limitado a Washington, establece que el Congreso tiene autoridad final sobre las leyes del Distrito de Columbia. Para que el Ejecutivo federal tome el control directo, sería necesario que el Congreso apruebe una ley específica suspendiendo parcial o totalmente ese marco jurídico, por lo que la advertencia de Trump se podría cumplir.
La propuesta del presidente estadounidense de asumir el control del gobierno de Washington, D.C. no surge en el vacío. Se apoya en una situación crítica y sostenida de inseguridad, descontrol y decadencia institucional bajo una gestión local liderada por el Partido Demócrata.
Durante años, la administración de la alcaldesa Muriel Bowser ha sido objeto de duras críticas por su incapacidad para frenar el aumento del crimen violento, los robos, los tiroteos y la proliferación de campamentos de personas sin hogar en parques y espacios públicos emblemáticos.
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Informes oficiales y reportes periodísticos indican que D.C. registró picos de criminalidad superiores al promedio nacional, con zonas enteras donde la policía actúa con limitaciones y los vecinos viven con miedo. En palabras del propio Trump: «Hay gente que muere. Hay gente que resulta herida. Demasiada delincuencia, demasiados grafitis, demasiadas tiendas de campaña en los magníficos jardines«.
Según Trump, permitir que la capital de Estados Unidos siga deteriorándose es inaceptable: “Deberíamos gobernarla con fuerza, con ley y orden, y hacerla absolutamente impecablemente hermosa”, aseguró a comienzos de año.
Para Trump y millones de personas, el caso de D.C. es un claro ejemplo del fracaso del modelo demócrata, donde el exceso de ideología y la corrección política reemplazaron al sentido común, debilitando el estado de derecho.