Luego de pasar casi la mitad de su vida en la cárcel, Enrique Montuelle Masmouk, uno de los presos más sanguinarios y temidos de Mendoza, fue hallado sin vida dentro su celda del Complejo Penitenciario N°3 Almafuerte, en Cacheuta. Era conocido dentro del mundo carcelario por haber asesinado a tres reclusos, incluyendo a dos líderes del llamado “motín vendimial”, ocurrido en el año 2000 en la cárcel de Boulogne Sur Mer.
Montuelle, de 45 años, fue hallado por el personal penitenciario de modulo 5 cuando estaban haciendo el recuento de presos rutinario en ese sector, y lo vieron sentado en su cama. Lo llamaron y no respondió, por lo que dieron aviso al médico, que llegó a la celda y poco después confirmó su fallecimiento.
Los agentes del Servicio Penitenciario de Mendoza señalaron que el homicida estaba posicionado de manera «normal», pero permanecía inmóvil. El hombre se encontraba solo y no estaba alojado con otros presos porque se hallaba en una celda RIF, una modalidad de aislamiento que se utiliza para preservar la integridad física del interno.
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Tras conocerse la noticia, la Fiscalía de Homicidios informó que “no había signos de participación de terceras personas y tampoco signos de que se hubiera suicidado”, según consignó el medio Los Andes. Por este motivo, todo indica que se habría tratado de una muerte natural, aunque todavía resta conocerse una serie de estudios para descartar otras hipótesis.
La causa de deceso se conocerá detalladamente cuando el Cuerpo Médico Forense finalice la necropsia del cadáver de Montuelle Masmouk, cuyo nombre había sonado en los medios en 2018 cuando la Tercera Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minas, de Paz y Tributario ordenó al Estado mendocino indemnizarlo por «daños físicos y agravio moral» recibidos durante su estadía en la cárcel.
En ese momento se le otorgaron 350.000 pesos debido a un episodio ocurrido en 2013, cuando fue apuñalado con un arma blanca en medio de una riña, debido a la cual tuvieron que extraerle el bazo. La resolución puntualizó que había padecido «consecuencias como la predisposición a sufrir cuadros infecciosos respiratorios» y le había comprometido «los miembros superiores e inferiores».
Asimismo, los jueces determinaron que sufría severos problemas de orden psicológico por haber pasado «13 años de encierro en malas condiciones ambientales» en el penal de Boulogne Sur Mer, donde se reportaron «hechos de autoagresión y heteroagresión”.
La vida de Enrique Montuelle estuvo marcada por la violencia extrema, tanto contra otros como a sí mismo, y reportó pasos por distintas unidades penitenciarias, incluyendo largos períodos de aislamientos. En Mendoza, su nombre está asociado a algunos de los hechos más recordados de las últimas dos décadas en el sistema carcelario de la provincia, incluyendo el asesinato Sergio Salinas, alias «el Gordo».
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El impactante crimen del recluso, cuyo apodo derivaba de su estado corpulento -de 1,90 metros de altura y más de 110 kilos de peso-, ocurrió el 3 de diciembre de 2004. Salinas lavaba su ropa cuando fue sorprendido por atrás, emboscado por nueve internos. Lo apuñalaron más de 70 veces con facas de 35 centímetros de hoja.
Ya muerto, lo llevaron hasta una lavandería en desuso y colocaron su cuerpo en una especie de pileta abandonado. Allí comenzaron a seccionarlo en partes: desprendieron la cabeza, los brazos, los muslos, las pantorrillas y el tórax del joven de 24 años. Después, sus asesinos colocaron sus restos en bolsas de nylon y se fueron a dormir.
Los guardias del penal llegaron a las 8 de la mañana, no pudieron localizar a Salinas y observaron que había sitios que habían sido limpiados muy cuidadosamente. Tras una requisa dieron con las distintas bolsas en las que estaban las partes de su cuerpo.
El juicio por su homicidio brutal tuvo lugar en 2007, donde los nueve acusados recibieron diferentes condenas, Dos de ellos fueron sentenciados como coautores y siete como partícipes primarios. Entre estos últimos figuraba Montuelle Masmouk, que el año anterior también había sido apuntado por el doble crimen de Diego Ferranti y Gerardo Gómez.
Ferranti y Gómez eran los líderes del «motín vendimial», que estalló en el año 2000 en medio de la fiesta madre de los mendocinos. Fueron más de 40 horas de tensión, donde los presos tuvieron al gobierno provincial en alerta permanente cuando tomaron a 20 personas como rehenes, entre los que se contaban nueve penitenciarios, 10 civiles y un niño de 10 años. Finalmente se resolvió, aunque se reportaron algunos heridos.
En marzo de 2006, ambos fueron asesinados después de haber sido trasladados de la cárcel de Neuquén a Mendoza para declarar en el juicio por ese levantamiento. Los presos fueron encontrados apuñalados, degollados y envueltos en una frazada y, por aquel episodio, Montuelle fue condenado a prisión perpetua.
FP/ff