Edgardo dejó a su hijo de 10 años en la parada del colectivo en Bariloche. Eran las 7.30 de la mañana del lunes. El nene subió al colectivo 21: este año había comenzado a ir solo a la escuela. Al acercarse al destino, un pasajero encapuchado se acercó y lo retuvo con una promesa: que lo llevaría a «un lugar con dulces». El hombre lo tomó de la mano y lo forzó a bajar junto a él. Pero el chico escapó corriendo y fue salvado por una mamá.
«Una mañana de terror», la describió Edgardo, que hizo la denuncia y espera que las cámaras del colectivo y del barrio permitan identificar al encapuchado.
El hombre subió al colectivo después que el chico, en la zona conocida como «los kilómetros», y se sentó del otro lado del pasillo. Iban en dirección al centro. El destino para el chico -cuya identidad no trascendió- era la escuela N° 44, en la avenida Exequiel Bustillo, en la zona de Puerto Moreno, donde cursa quinto grado.
Cuando el nene tenía que bajar, el encapuchado se acercó y lo bloqueó. «Se quedo sentadito, esta persona le invitó caramelos«, dijo el padre, en diálogo con Radio Seis, de Bariloche.
Desconcertado, el alumno se pasó una parada. Cuando descendió del colectivo, el hombre le tomó la mano e intentó llevárselo. Pero el chico se soltó y logró escapar.
A pocos metros lo encontró Carina, una madre que volvía de dejar a su hija en la escuela. Lo vio angustiado, lo socorrió y lo llevó al establecimiento educativo. «Las maestras hicieron todo lo posible para cuidarlo», destacó Edgardo.
El padre hizo la denuncia ante la Policía y también se presentó ante las autoridades de Educación. Ahora, buscan identificar al encapuchado, que no dejó rastros. La mujer que lo encontró «no pudo ver quién era», ya que dijo que el chico estaba corriendo solo.
«Fue sumamente valiente en salir corriendo y correr mucho», evaluó Carina, la mujer que lo ayudó, según recogió Agencia de Noticias Bariloche.
La esperanza es que las cámaras del micro o las de la zona en la que bajaron permitan identificar al sospechoso. Interviene el Cuerpo de Investigaciones Judiciales de la Policía de Río Negro. Además, Educación activó un protocolo de seguridad.
«Olvidate que va a ir solo a algún lado, ya te queda el temor que le pueda pasar algo. Hoy podría haber pasado lo peor, sería otra noticia, no que se salvó», concluyó Edgardo tras el susto que pasó su hijo.