La alfombra roja del Teatro Colón volvió a ser escenario de lujo con una gala que reunió a los nombres más resonantes de la farándula y la política. Cada look fue analizado al detalle, pero también las presencias despertaron comentarios por los lazos, las polémicas y los conflictos recientes que algunos de los invitados arrastran.
Marcelo Tinelli se mostró impecable con un traje negro de corte clásico, acompañado por una sonrisa que no pasó desapercibida. Lo llamativo fue que en el mismo evento también estuvo Guillermina Valdés, su ex, quien deslumbró con un vestido elegante en color natural y con lazos de brillos en sus hombros generando una especie de capa.
La coincidencia de ambos en un mismo espacio encendió las especulaciones: ¿hubo cruces o tensiones detrás de escena? La cercanía de Cande Tinelli con su padre en todo momento, fiel a su personalidad con un look disruptivo y lleno de brillos también en tono natural muy parecido al estilo del de su ex madrastra, sumó más condimento a la noche.
Otro de los que llamó la atención fue Mario Pergolini, quien desfiló con su habitual perfil serio y sobrio. Su aparición cobró aún más relevancia luego de que Tinelli admitiera en redes que no sabe si iría a su nuevo programa. Con ambos presentes en el mismo lugar, las versiones de una rivalidad que nunca terminó de apagarse volvieron a circular con fuerza.
LAS DIVAS INDISCUTIDAS TAMBIÉN ESTUVIERON PRESENTES:
Las divas Susana Giménez y Moria Casán fueron ovacionadas a su llegada. Susana apostó al brillo en negro y joyas imponentes, mientras que Moria jugó con un vestido entallado, drapeado y en color marrón que resaltó su impronta teatral. Entre ellas, el show en la alfombra estuvo garantizado.
Martín Redrado apareció con un elegante traje gris. Su presencia no fue neutral: todos recordaron de inmediato su relación con Luciana Salazar y el conflicto en torno a Matilda, un tema que sigue ocupando titulares. Cada paso suyo parecía cargado de subtexto, sobre todo ante las cámaras que buscaban una declaración.
Zulemita Menem también se llevó todas las miradas. Su look sobrio con una falda protagonista llena de flecos coincidió con un contexto particular: la serie sobre Carlos Menem sigue generando comentarios y por supuesto, ella aparece en el foco como parte de la historia familiar que vuelve a ponerse en pantalla.
Luis Ventura llegó sonriente, traje oscuro y el clásico guiño a cámara. Sin embargo, no pocos recordaron el golpe que sufrió meses atrás durante un partido en el que se desempeñaba como director técnico. Su recuperación y su vigencia lo devolvieron al ruedo con la energía de siempre.
El desfile se completó con figuras del espectáculo y la política, que entre saludos, risas y flashes le dieron vida a una velada que tuvo tanto glamour como incógnitas. Cada paso en la alfombra roja se convirtió en un mensaje, desde los abrazos efusivos hasta las miradas esquivas que no pasaron inadvertidas para los presentes.
La gala en el Colón volvió a demostrar que estos eventos no solo son pasarelas de moda, sino también escenarios donde los vínculos, los silencios y los gestos dicen tanto como los brillos de los vestidos. En cada rincón del histórico teatro se respiró un aire de celebración, pero también de tensiones internas.